jueves, 19 de febrero de 2009

Dublín

jueves, 19 de febrero de 2009
Aprovechando los viajes que regala Ryanair a 1 pound o incluso a 0.01 penny, pues nos fuimos a Dublín de sábado a lunes. Fuimos bastante gente, Gonzalo,Megan,Emma,Paloma, Giuseppe,Kiyo,Micky,Lavignia,Jose y el mismo que relata la historia.

Nuestro vuelo salía a las 16,45 del sábado 7, y debido a nuestra pachorra desmedida y gracias al retraso del vuelo, pudimos coger el mismo y en menos de 1 hora presentarnos en la capital de Irlanda. Ya desde el aeropuerto nos pimplamos 2 botellas de Korkys...alcohol por shots y por vena vamos. Además, pude disfrutar de la "refracción" (gracias Gonzalo), al despegar de noche y al alzarnos por encima de las nubes, voilá, era de día, increíble.


Después de llegar al aeropuerto, que me resultó pequeño para ser la ciudad que era, cogimos un bus que por 10€ (Irlanda es zona euro) nos llevaría y traería desde el aeropuerto a los apartamentos. Los apartamentos la verdad es que estaban de lujo, todo nuevo y bastante amplio, así que esa misma noche después de comprar varias cosas para cenar y beber, pasamos una larga noche. Decir que Dublín es exageradamente caro...

Ya el domingo después de meternos entre pecho y espalda un ansiado desayuno "Full Irish" (no "full english" que aquí no le tienen mucho aprecio a lo inglés), nos dirigimos hacia la fábrica de Guinness. La fábrica en sí son varios edificios, es como un complejo digamos. Las callejuelas que los rodean están guapas con un tono así negrizo y un olor en el ambiente a cebada que ya te mete en el asunto. Después de pagar 11€, cogimos unos cascos para seguir mejor la ruta, aunque no la hicimos mucho caso la verdad. De la visita decir que está interesante, el edificio mantiene en su interior las mismas paredes, ladrillos y mobiliario originales de su construcción, y la parte central del edificio evoca una enorme pinta, la "pinta más grande del mundo" según ellos. Te cuentan la historia de Guinness (se supone que su color negrizo se debe a un incendio que hubo y que a no se qué rey le gustó y mandó hacer la birra así a partir de ese momento) y ves un poco el proceso de producción (vía videos y tal). La visita se finaliza en el Gravity Bar, la parte más alta del edificio y desde donde se puede disfrutar de las vistas panorámicas de todo Dublín con una pinta de Guinness gratis. Tuvimos suerte y nos hizo sol, por lo que pudimos disfrutar del Gravity Bar y de la Guinness al 100%. Coincidimos bastantes en que nos hubiera gustado ver el proceso de producción de la cerveza actualmente en la fábrica, pero no es posible.




Después nos fuimos a pasear y pasamos por en frente de unas 3 o 4 iglesias / catedrales (no hay que olvidar que Irlanda es un país muy católico) para llegar a St Patricks y los jardines que hay a su lado.

Más tarde bajamos a visitar el barrio más famoso de Dublín, Temple Bar, la zona de marcha de la ciudad y famosa por su mercado, su homónimo bar y su colorido.


El día terminó y volvimos al apartamento a descansar, aunque volvimos a pasar una gran noche en compañía de Bell´s y su amiga la Coca Cola.

El lunes nos levantamos y después de dejar el apartamento un poco decente, guardar las maletas en el recibidor y desayunar, nos volvimos a dar el último repaso a Dublín. Vimos el Trinity College (la universidad más famosa y prestigiosa de Irlanda y famosa por haber dado grandes literatos al mundo como Jonathan Swift, escritor de "los viajes de Gulliver" u Oscar Wilde). Decir que es bastante grande y tiene edificios muy bonitos, al igual que los jardines, pero que me defraudó un poco. Seguimos y vimos el monumento al nacionalista O`Connell y pasamos por el puente y la calle a los que da nombre. Ésta calle es la más grande de Dublín y la más comercial. Decir también de Dublín que el río Liffey le da bastante encanto, al igual que todos los puentes que lo cruzan (125km) y que posee tranvía, medio de transporte que me encanta ver en las grandes ciudades.


Continuamos andando y llegamos a Grafton Street, otra calle muy comercial de Dublín flanqueada por un lado por el monumento a Molly Malone (una leyenda en Dublín) y por el otro por St Stephens Green Park.


Después volvimos a los apartamentos a recoger las maletas y vuelta a Birmingham, que nos recibió con una gran nevada (ha estado nevando y nevado una semana entera).

No me gusta ir con tante gente a los viajes, los intereses son muy dispersos y organizar nada es difícil, pero realmente me lo pasé genial con todos y el viaje sirvió para estrechar lazos con algunas personas. Dublín turísticamente es una ciudad interesante, pero para 4 días. Me quedé con ganas de entrar en St Patricks, de visitar la fábrica de Jameson y de indagar un poco más en la zona portuaria, en algunas iglesias y disfrutar un poco más del centro de la ciudad de noche, pero espero algún día volver.

Ahora me espera Italia, donde me voy mañana con Giuseppe y Tomas y visitaremos varias ciudades hasta el miercoles que volvamos. La verdad es que tengo muchas ganas y marzo se presenta muy interesante con las visitas de mi hermana Ana y mi cuñao Carlos y de Blanca.

Creo que no puedo pedir mucho más





Slán leat

2 comentarios:

artdegordejuela

Llamame loco si quieres pero a pesar de no beber una gota de alcohol te envidio por haber estado en el Temple bar es un sueño a realizar por mi persona.

Blanca del Río

quiero hacer muchos viajes así contigo!

te quiero!

 
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